Invertir en aislamiento, adoptar las medidas necesarias para evitar que se escape el calor (o el fresco, en verano) de nuestros hogares es un mandamiento básico para mejorar la eficiencia de nuestros sistemas de climatización.
Una de las medidas básicas de aislamiento pasa por sustituir las ventanas convencionales por otras más eficientes (doble acristalamiento, carpintería de aluminio, PVC o madera…).
Además, cambiar el cristal o el marco de la ventana es una de las medidas más factibles para un consumidor… pero claro está, tiene un coste, que puede llegar a ser bastante elevado:
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