domingo, 21 de agosto de 2011

Consejos para reformas de cocinas y baños


Reformas de cocinas y baños

En una reforma integral de la vivienda, la parte quizás más complicada es la que se refiere a la cocina y el baño (o los baños). Esto es así porque se trata de las llamadas “zonas húmedas” de la vivienda, que cuentan con instalaciones de fontanería y tomas de agua. Además, los revestimientos de paredes y suelos suelen ser más resistentes que en el resto de la casa: alicatados, suelos cerámicos… Retirar los antiguos comporta una obra importante y se generan muchos escombros, mientras que para instalar los nuevos es necesario contar con albañiles y alicatadores profesionales.
Aunque
 en una reforma integral siempre será necesario renovar la cocina y los baños, conviene saber cuándo es obligatorio hacerlo. Si los puntos de fontanería comienzan a romperse y gotear, probablemente la instalación estará vieja y empezará a dar problemas.

 Las tuberías de plomo ya no están permitidas por su toxicidad; es fundamental cambiarlas por nuevas de cobre o de materiales plásticos. La presencia de humedades también delata fugas de agua, y los azulejos que se desprenden, los muebles con moho o que comienzan a deteriorarse… En estos casos será necesario picar el alicatado de la pared y la cerámica del suelo para acceder a las tuberías, tanto en la cocina como en el baño. El resultado será una reforma total, ya que habrá que volver a alicatar y/o pintar y solar.

 Normalmente, una instalación antigua de fontanería implica que la red eléctrica también es vieja (a no ser que se haya cambiado). Es un buen momento para renovarla y añadir puntos de luz o enchufes necesarios.

LA COCINA

En el caso de la cocina, también puede ser necesario renovarla porque resulta incómoda para trabajar o transitar. En una reforma de cocina, lo primero que se hace es retirar los electrodomésticos viejos y desmontar los muebles de cocina. Después se pican paredes y suelos para acceder a las instalaciones. Una vez renovadas éstas, habrá que dar yeso en las rozas, igualar las paredes y proceder a colocar los nuevos revestimientos. Los muebles y encimeras son el paso siguiente, y terminaremos colocando los nuevos electrodomésticos (preferiblemente de Clase Energética A, que ahorran mucha más energía).

- Para las paredes lo mejor es optar por los alicatados, la solución más resistente. Sobre la zona de cocina, se puede forrar el frontal de la pared con plancha de acero para protegerla del calor y la grasa. También hay pinturas especiales para cocinas y baños, resistentes y lavables, aunque no tanto como los alicatados.

- Los suelos cerámicos de gres son siempre una estupenda elección.
 Pero si no queremos levantar el suelo y nos interesa ahorrar un poco, los suelos laminados son económicos y fáciles de colocar. Atención a los suelos de tipo hidrófugo, resistentes al agua: los de categoría AC5 son los mejores, aunque cuesten un poco más.

- En muebles de cocina, lo normal es escogerlos de aglomerado melaminado (los más baratos y con más oferta estética), aunque hoy día también los hay en madera maciza, acero inoxidable, estratificados, lacados en alto brillo y de materiales plásticos. Los de madera requieren cuidados especiales y son más delicados, mientras que las lacas de alto brillo y el acero deben tratarse con cuidado. Nunca hay que limpiarlos con materiales y productos abrasivos.

Las cocinas pueden ser de distintos tipos dependiendo de su distribución. En una reforma integral de la cocina, hay que tener en cuenta aspectos como la forma del espacio, el uso que se le va a dar a la cocina, la comodidad de uso… Los tipos básicos son los siguientes:
Cocina lineal: Va a lo largo de una pared y suele establecerse en estancias pequeñas o cocinas americanas, que se integran en el salón. Lleva una serie de muebles bajos que comparten espacio con los electrodomésticos fundamentales y la pila. Es buena idea aprovechar el espacio instalando también muebles altos y una campana extractora.

Cocina de pasillo: cuenta con muebles altos y bajos a ambos lados del espacio, con encimera y electrodomésticos. Su ventaja es que dispone de más sitio para el almacenaje y es más cómoda, pero sigue siendo pequeña y no sirve para comer, desayunar, etc. Idónea para casas pequeñas.

Cocina en L o en esquina: es ya una opción para casas grandes, aunque también se ve en cocinas americanas amplias. Los muebles y electrodomésticos se colocan en dos paredes que hacen ángulo. Es confortable y deja sitio para un pequeño comedor.

Cocina en C: es la cocina más grande y cómoda, en la que los muebles y el espacio de trabajo ocupan tres paredes de la estancia. Sólo para estancias grandes. Esta cocina da la opción de instalar una isla o península equipada con fregadero, placa y horno.