La cocina actual no es solo el lugar destinado a la preparación de la comida, en la mayoría de los hogares se ha convertido en el centro de la vida familiar, un espacio para las relaciones sociales e incluso, para trabajar. Tanto tiempo pasamos en ella que la monotonía puede resultar un inconveniente. Existen fórmulas poco costosas para renovarla.
Nuestras rutinas más habituales suelen tener lugar en la cocina. Vernos en el mismo espacio cada día puede llegar a saturarnos, además de que, el uso continuado de este mobiliario y sus accesorios acelera su deterioro. Por otro lado, renovar completamente una cocina es un gasto que no puede hacerse muy a menudo. Sin embargo, podemos cambiar algunos aspectos de la estancia sin grandes obras, ni inversiones y con resultados espectaculares.
Solo es recomendable una reforma completa de la cocina cuando necesitemos agrandar o redistribuir el espacio o el equipamiento se haya quedado verdaderamente obsoleto. En ese caso, merece la pena dedicar tiempo a planificar al detalle el nuevo diseño porque será un cambio que nos va a durar muchos años. Prever todas las actividades que vamos a desarrollar en nuestra cocina y disponer las zonas para cada una de ellas es el paso más importante. Los materiales elegidos también son claves, el mercado actual nos ofrece soluciones duraderas, resistentes y limpias que nos van a ahorrar mucho tiempo y trabajo.
